Noriko Quezada, una joven enfermera, falleció en la clínica 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tras haber sido atacada a tiros ayer a las afueras del mismo hospital.
Noriko Quezada fue baleada mientras se encontraba en la entrada del Hospital General de Zona número 36 del IMSS, donde realizaba sus prácticas.
Las primeras investigaciones policiales señalan que se trata de un feminicidio con características de crimen pasional. El principal sospechoso es su exnovio, Gregorio Michel Paredes, también enfermero en el mismo hospital.
El ataque y posterior fallecimiento de Noriko ha generado una ola de indignación y tristeza entre los habitantes de Coatzacoalcos. Quienes todavía no se reponen de la reciente tragedia en la que siete jóvenes murieron ahogados durante una celebración de fin de cursos.
Integrantes del colectivo feminista “Medusas de la Costa” se manifestaron para exigir justicia por Noriko. Destacaron la necesidad de no clasificar el incidente como un simple “crimen pasional”, sino como una agresión violenta y premeditada.
Liz Ruiz, madre de Noriko, hizo un llamado urgente a las autoridades para que aceleren las investigaciones y capturen al responsable.
Gregorio fue violento con Noriko mientras mantuvieron una relación
Noriko y Gregorio se conocieron y empezaron su relación mientras estudiaban en una universidad privada. La relación estuvo marcada por episodios de violencia física y emocional que llevaron a Noriko a presentar denuncias y obtener una orden de restricción contra Gregorio. Sin embargo, ambos fueron asignados al mismo hospital para realizar sus prácticas, lo que exacerbó la situación.
En el hospital, la joven enfermera comenzó a salir con Sebastián, otro enfermero, lo que desató aún más la ira de Gregorio.
Testigos afirman que Gregorio llegó a quemar el automóvil de Sebastián, quien finalmente pidió su traslado al hospital de Minatitlán para evitar confrontaciones.
Las autoridades han iniciado una búsqueda intensiva para localizar a Gregorio Michel Paredes, quien ha desaparecido tras el ataque.
La Fiscalía General del Estado ha abierto una carpeta de investigación y continúa con las pesquisas para resolver este caso que ha conmocionado tanto a la comunidad médica como a los residentes de Coatzacoalcos.
La comunidad de Coatzacoalcos se une en la exigencia de justicia para Noriko Dayana Quezada Ruiz, esperando que su caso no quede impune y que se tomen medidas más efectivas para proteger a las mujeres de la violencia de género.
El lamentable feminicidio de la joven enfermera ha reavivado el debate sobre la seguridad y la protección de las mujeres en Veracruz. Colectivos feministas y organizaciones civiles han intensificado sus demandas para que las autoridades implementen políticas más estrictas y efectivas contra la violencia de género.
Fuente: Grupo Es Noticia