Para el escritor y analista Carlos Elizondo Mayer-Serra, el presidente Andrés Manuel López Obrador “no tiene el mandato de la ciudadanía, sino de las mañas”, un denominador común en sus poco más de dos años de gobierno que sirven como proyección del rumbo que guiará al país hasta el fin de su sexenio.

En su libro “Y mi palabra es la ley: AMLO en Palacio Nacional”, el también investigador realiza una radiografía de la administración de quien considera es el mandatario mexicano con más poder en la historia contemporánea y quizá en toda la historia del país.

Publicada en enero pasado, la obra fue escrita durante la pandemia de Covid-19, misma que su autor estimó sería tan corta como erróneamente se proyectó desde el escritorio de Hugo López-Gatell.

Elizondo Mayer-Serra reflexiona que dos años son suficientes para conocer el sendero de lo que quiere hacer y que tanto puede hacer López Obrador como gobernante. Lo hizo así apenas un día después de la elección, “porque así lo dispuso” el expresidente Enrique Peña Nieto y va rápido en todo, señala.

“Como gobernante no es cuidadoso, ejemplo de ello, es que ningún otro mandatario se hubiera atrevido a hacer un proyecto como el Tren Maya sin hacer los estudios adecuados antes de poner el primer riel o la primera piedra”, advierte en entrevista con la periodista Lourdes Mendoza.

El escritor compara su proyección de la administración lopezobradorista con el primer tercio de una película o una novela, sosteniendo que es raro que se enmiende el camino si desde un inicio parece mala.

“Tenemos un presidente que está desperdiciando una oportunidad para cumplir con sus objetivos explícitos de disminuir la pobreza, de hacer un país con menos corrupción, de un crecimiento del 5%, de fuerzas militares y seguridad, de pacificar el país, todo eso y más no lo está cumpliendo y lo va a dejar a quien lo suceda un reto enorme de reconstrucción”, pronostica.

Casos como el sexenio de Ernesto Zedillo, que mejoraron al final, son escasos y por lo general, señala Elizondo, las cosas se van complicando “porque las decisiones que tomas hoy te van limitando en margen de maniobra mañana”.

Reconoce que una de las genialidades de López Obrador ha sido lo bien que maneja el discurso versus la realidad. Esto explicaría el porqué en los llamados “servidores de la nación” no ha permeado la amenaza latente de recibir una sanción por aprovecharse de los programas sociales para uso electoral.

El castigo de prisión preventiva oficiosa para delitos electorales, explica Carlos Elizondo, se hizo con conciencia de quien controla la llave y decide a quien si y a quien no castigar.

“Al tener todo el poder, es el gobierno quien decide qué si y que no va en la constitución y cómo se usa contra sus adversarios”, abunda.

A su parecer, lo que hace el presidente es reinventar los términos de la discusión, como lo hizo con el repentino cambio en la política petrolera y su anuncio de que Pemex no producirá más de dos millones de barriles diarios. El objetivo cambió porque no ha podido cumplir con el otro, que era producir más de dos millones de barriles al día para el fin del sexenio, no obstante, al fallar el pronóstico, cambia el objetivo…”y para eso son buenísimos”, profiere.

“Él (AMLO) no es vengativo, pero ves a Rosario Robles en la cárcel. El es un liberal, pero no impulsa la agenda de género liberal, propia, de un gobierno de izquierda, contemporáneo, medio ambiente limpio, etc., etc”, ironiza el escritor.

Cuestionó también la sobrerrepresentación que tiene el presidente Andrés Manuel en la Cámara de Diputados, obtenido gracias a una serie de maniobras políticas que le han permitido tener hasta el 68% de control sobre San Lázaro, aunque la coalición “Juntos Haremos Historia” obtuvo solo el 46% de los votos en la elección legislativa.

“El pueblo bueno y sabio” no le dio en 2018 este mandato para tener el poderío que tiene en el Congreso, lamentó Elizondo Mayer-Serra y afirma que AMLO cree que él es quien interpreta lo que el pueblo quiere, “él cree que tiene la verdad y cree que tiene todo el poder o casi todo el poder para lograrlo”, señala.

Las consultas que realiza para las decisiones difíciles como el aeropuerto de Texcoco salen sobrando a la hora de interpretarlas, pues, recuerda el analista, poco importó que el quienes viven cerca de Texcoco votaron que continuara el proyecto y los que votaron en contra vivían en Chiapas, donde votó mucha más gente que en el resto del país.

Además, pese al récord de reformas que ha logrado la 4T ( ocho en los primeros 15 meses) no ha cambiado nada de la estructura del sistema político.

Sin embargo, ante la más reciente decisión del INE sobre los criterios avalados para prohibir la sobrerrepresentación en el Congreso, el analista señala que el poderío de Morena en las cámaras podría verse tambaleado y ahí las coaliciones del PRI-PAN-PRD tendrían más oportunidades de servir de contrapesos.

Aunque apunta que en este sentido Mario Delgado se encuentra furioso porque lo aleja de la mayoría constitucional, Elizondo señala que es una decisión correcta “porque lo que queremos es que el congreso represente de la forma mejor posible la voluntad de los mexicanos y el marco constitucional vigente”.

No obstante, señala que aún está pendiente la impugnación de Morena ante el Tribunal, quienes han sido “obsequiosos” con el Gobierno en el poder, y podrían echarlo para abajo y poner al partido guinda y aliados en ventaja para conseguir la mayoría.

“Si el tribunal mantiene esta determinación (una mayoría de 9 a 2) o le quita cambios menores, pues estaremos más cerca de lo que la constitución manda que es evitar la sobrerrepresentación de un partido”, especificó. 

Contempla que lo mejor para los propios intereses del presidente, paradójicamente, es que tenga más contrapesos, con los cuales dejaría de decir “menos tonterías” y tendría más resultados

El fenómeno de la “La mañanera” y los símbolos de AMLO

Carlos Elizondo sostiene que el fenómeno más importante que hemos visto de generación de información son las conferencias diarias del presidente: las mañaneras.

Al respecto, el analista ve al presidente como un genio que entendió cómo manejar la agenda de lo que se habla todos los días, ante la ausencia de una oposición fuerte. Estima que no tendría tal éxito AMLO si existiera quien estuviera todos los días recordando la promesa de la semana anterior, la contradicción constante, o haciendo el “contra cuento”.

“El escándalo de hoy es borrado por el escándalo de mañana, es una pieza de ingeniería muy inteligente […] es un espacio donde van sus porristas a hacerle la pregunta que él quiere y entonces él puedes responder lo que se le da la gana”. Por el contrario, si en alguna contada ocasión se le quiere criticar o averiguar algo de fondo, para el presidente es fácil darles la vuelta.

Como exconsejero de Pemex, Elizondo Mayer-Serra reconoce que política enérgica es complicada y cree que este es el único ámbito en donde al presidente López Obrador le gustaría regresar a los años 60-70, cuando existían dos empresas hegemónicas.

Encuentra en AMLO un personaje al que le encantan los símbolos, como cuando este dijo que dejaría Los Pinos para irse a vivir en un Palacio, presumiendo que cumplió con dejar la ostentación detrás, “y la gente está contenta porque va y visita Los Pinos y se les olvida que ahora vive en un Palacio, mucho más suntuoso”, recuerda.

Con respecto a la pandemia, el escritor señala que el gobierno ha manejado muy bien la “expectativa”, que podemos ver hoy en día amplificado con el tema de las vacunas que se anunciaron con bombo y platillo “para todos” y que ahora no sabemos ni dónde están.

“Es un fracaso, pero es un fracaso que han sabido posicionar con éxito y esa es la magia de López Obrador”, reflexiona el escritor.

Recordó que en casi todos los temas, salvo algunas excepciones, el gobierno no ha cumplido con lo que prometieron amparado bajo los argumentos de quienes lo defienden con creatividad.

De cara al 6 de junio, cuando México enfrentará las elecciones más grandes de su historia, Carlos Elizondo acepta que la moneda está en el aire y lo que sorprende es que con tan malos resultados en su administración el presidente goce de tan buena aprobación.

Esto lo explica porque AMLO tiene una credibilidad personal muy fuerte debido a su tesón de estar desde el 2009 “dando la guerra con el mismo mensaje” en contra de la corrupción que lo dejó como el único posicionado con “un cuento a contar”.

Fuente: Agencias

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