En la primera reacción de Estados Unidos a la reforma eléctrica que se discute en el Congreso mexicano, el Departamento de Estado exhortó al vecino del sur a “escuchar a todas las partes”, incluido el sector privado, para “brindar un ambiente de libre inversión y transparencia, para que las empresas sigan invirtiendo en México”.
Julie J. Chung, subsecretaria interina para asuntos del Hemisferio Occidental, afirmó lo anterior en una reunión de prensa en la que anunció que Antony Blinken, secretario de Estado, se reunirá hoy con funcionarios de los países firmantes del T-MEC: México y Canadá.
Blinken viajará de manera virtual a El Paso, Texas, desde donde hablará con el canciller Marcelo Ebrard, en lo que será la tercera llamada entre ambos.
Los temas a tratar con Ebrad van a girar en torno a preocupaciones compartidas en migración —incluida la liquidación del MPP (conocido como Esperar en México, para los solicitantes de asilo)—, así como la seguridad, COVID-19, competitividad económica regional, cambio climático y otras áreas de interés mutuo. También se reunirá con la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, con la que hablarán sobre aspectos económicos, “incluida la forma de fortalecer aún más nuestra profunda y dinámica relación de comercio e inversión”.
Consultada al respecto, la subsecretaria de Estado dijo que “hay una gran cantidad de problemas relacionados con la implementación del T-MEC vigente”.
Expuso que ante “los problemas de electricidad y energía (la reforma que está en el Congreso), será otra área que discutiremos a mediano y largo plazo, porque hay muchos aspectos que hemos escuchado que preocupan al sector privado”.
Señaló que “aquí es donde alentamos a México a escuchar a todas las partes interesadas, a escuchar a las empresas del sector privado y realmente brindar esa cultura y un ambiente de libre inversión y transparencia para que las empresas sigan invirtiendo en México”.
Al respecto, Miguel Ángel Mateo, socio de Hogan Lovells, pronosticó que la reunión no va a modificar el voto del Senado en favor de la reforma eléctrica, y solo servirá para escuchar las preocupaciones de los inversionistas estadounidenses.
“Los inversionistas que se sienten afectados por la ley buscarán amparos y suspensiones para que no tengan efecto las reformas, y esperarán tener una sentencia favorable”, subrayó.