Bajo el pretexto de “pacificar al país”, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha buscado que los militares se hagan cargo de la seguridad pública.
Por ejemplo, el mandatario tabasqueño y su sucesora buscan que la Guardia Nacional (GN), corporación que el creó y que surgió con un mando civil, sea administrado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) bajo el pretexto de que “no se eche a perder” como ocurrió con la Policía Federal (PF) de Felipe Calderón.
En ese sentido, diversos gobiernos estatales y municipales encabezados por Morena han nombrado a militares y generales como titulares de sus respectivas Secretarías de Seguridad.
Sin embargo, pese a que la presencia del Ejército Mexicano se incrementó en la administración de López Obrador, ello no ha significado que los delitos de alto impacto se hayan reducido.
Y para demostrar ello, tenemos un informe difundido por México Evalúa, el cual exhibe que la violencia se enraíza cada vez más, pese a que ha incrementado la designación de militares y marinos en las Secretarías de Seguridad municipales y estatales.
Tasa de homicidios son más altos con secretarios de Seguridad que tienen perfiles militares
De acuerdo con su informe “La otra militarización: Fuerzas Armadas al frente de instituciones estatales de seguridad pública en México, 2011 – 2024”, la organización no gubernamental expuso que en los últimos años, la administración de Morena delegó el 56% de las secretarías estatales de seguridad a mandos provenientes de la Secretaría de Marina (Semar); el 21% a mandos civiles; el 15% a líderes militares y el 8% a policías de carrera.
En ese sentido, expuso que en 2013 sólo el 3% de los titulares de las secretarías estatales de seguridad pública eran marinos, pero actualmente ocupan el 25% del total.
En contraste, los militares que han ocupado un cargo como titulares de estas dependencias pasaron de ser el 55% en 2011 al 5% en 2020; aunque desde esa fecha también han ido incrementando hasta llegar al 22%.
Sin embargo, enfatizó que pese a que hay una mayor presencia militar en las corporaciones policiales de los estados de la República “no garantiza la contención de la violencia”.
De acuerdo a los efectos registrados en el informe, las tasas de homicidios con secretarios con perfiles militares son más altos que el promedio, lo que muestra que no sólo no pueden contener la violencia y aún cuando no se ha podido medir de manera oficial; las estadísticas muestran que hay un alto número de rotación de militares en los cargos y de miembros de la Marina, esto hace que en las regiones donde están haya mayores niveles de violencia.
Por ejemplo, para el 2022 la tasa promedio de defunciones por homicidio en estados con perfiles civiles o policías de carrera fue de 34 por cada 100 mil habitantes, mientras que en los estados con perfiles de las Fuerzas Armadas fueron de 80 por cada 100 mil habitantes.
Incluso, en los años con bajas en los niveles de homicidios de estados con secretarios de las Fuerzas Armadas, los datos señalan que tan decrecimiento no está muy por debajo de los estados con secretarios civiles o de carrera policial.
En el caso de las tasas de homicidios de mujeres, la organización observó que es a partir de 2021 que los estados con secretarios provenientes de las Fuerzas Armadas tienen tasas más altas en comparación con los estados con secretarios civiles o policías.
Para 2022, mientras que los estados con perfiles civiles o policías de carrera tenían una tasa de 5 por cada 100 mil habitantes, para los estados con perfiles de las Fuerzas Armadas este número era de 10 por cada 100 mil habitantes.
Asimismo, recalcó que las tasas de efectividad que son puestas a disposición por parte de elementos militares de delincuentes comunes es mucho menor a la de los policías.
“Militarización constituye el reconocimiento del fracaso de la autoridad local”
Por otro lado, el reporte señala que la militarización y la violencia criminal se retroalimentan. A partir de bases de datos, indica que los estados con secretarios de Seguridad provenientes de las Fuerzas Armadas exhiben, en promedio, mayores tasas de homicidio de hombres que los estados cuyos secretarios no son integrantes del Ejército o de la Marina.
“La reciente tendencia a la alza de las tasas de homicidios de mujeres sólo entre los estados con secretarios de las Fuerzas Armadas es preocupante, particularmente porque coincide con el crecimiento de designaciones de integrantes de la Marina”, indica
Sobre el proceso de militarización, se precisó que la designación de soldados y marinos al frente de la seguridad en los estados ha dado pie a la designación de otros militares en más puestos de la estructura de seguridad de los estados, a la compra de equipamiento militar y a una mayor apertura a la puesta en marcha de operaciones militares del gobierno federal.
Un fenómeno similar ha ocurrido cuando efectivos castrenses han sido designados al frente de la seguridad en los municipios.
Por último, para México Evalúa, los gobiernos estatales son renuentes a asumir el fortalecimiento de sus policías y han optado por dejar la seguridad en las fuerzas federales: “Se insiste en resolver problemas de inseguridad mediante políticas de militarización, lo cual constituye el reconocimiento del fracaso de la autoridad local y sus policías”.
Con información de Animal Político, Proceso y MVS Noticias
Fuente: Grupo Es Noticia