Los mandatarios de Estados Unidos y Colombia protagonizan un choque diplomático y comercial que comenzó este domingo, tras el anuncio de un incremento recíproco en los aranceles entre ambos países.
Colombia se convirtió en el primer objetivo del gobierno de Donald Trump en su nueva gestión, con sanciones y tarifas aduaneras más altas debido a diferencias respecto a políticas migratorias.
Trump comunicó que impondrá un arancel inicial del 25% a las importaciones colombianas, además de revocar las visas de funcionarios del gobierno colombiano. Por su parte, Gustavo Petro respondió con medidas similares, declarando un aumento del mismo porcentaje para bienes provenientes de Estados Unidos.
Origen de la disputa: Vuelos de deportación
El conflicto surgió cuando Petro rechazó el aterrizaje de dos aviones militares estadounidenses con migrantes deportados. Según Trump, estos vuelos transportaban «un gran número de delincuentes ilegales». El mandatario estadounidense expresó en Truth Social que esta decisión afecta la seguridad nacional de su país.
En contraste, Petro argumentó que Estados Unidos no puede tratar a los migrantes colombianos como criminales y exigió que las deportaciones se realicen bajo protocolos de dignidad. El presidente colombiano incluso ofreció el avión presidencial para repatriar a sus ciudadanos en condiciones apropiadas, una propuesta rechazada por la Casa Blanca.
Impacto económico: Café y productos clave en la mira
El aumento de los aranceles podría golpear la economía de ambos países. Cerca del 27% del café consumido en Estados Unidos proviene de Colombia, junto con productos como plátanos, aguacates y flores. Estas tarifas más altas encarecerán las importaciones, afectando a consumidores estadounidenses y productores colombianos.
En respuesta a las medidas de Trump, Petro llamó a sustituir los productos importados de Estados Unidos con alternativas locales, indicando que su gobierno respaldará a los productores nacionales.
Inspecciones y restricciones adicionales
Además de las tarifas, Trump anunció controles más estrictos en las aduanas sobre productos colombianos y medidas para cancelar visas de funcionarios y familiares de quienes apoyan al gobierno de Petro. «Estas acciones son solo el principio», advirtió Trump, marcando una postura dura frente a lo que considera una falta de cooperación.
América Latina observa con atención
Colombia no es el único país enfrentando tensiones con Washington. Brasil también condenó el trato recibido por sus ciudadanos deportados, destacando incidentes de esposas y condiciones degradantes durante los vuelos. Ante esto, el presidente Lula da Silva envió un avión militar brasileño para asegurar un regreso digno de los migrantes.
Conclusión: Un reto diplomático y económico
Este enfrentamiento no solo pone a prueba las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Colombia, sino que también genera incertidumbre económica para ambas naciones. Además, plantea una interrogante clave: ¿estarán los consumidores y ciudadanos dispuestos a asumir los costos de estas decisiones como parte de la política exterior de Trump?
Mientras tanto, la disputa continúa escalando, con implicaciones que podrían extenderse a otros países de la región.
Fuente: Grupo Es Noticia