Luego de que Estados Unidos anunciara sanciones contra funcionarios centroamericanos por presuntas prácticas de “trabajo forzado” en programas médicos cubanos, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo negó categóricamente que en México exista algún tipo de explotación hacia los profesionales de salud provenientes de Cuba.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum fue interrogada sobre las declaraciones del senador estadounidense Marco Rubio, quien ha impulsado restricciones de visado como castigo a gobiernos que, según él, permiten que médicos cubanos trabajen bajo condiciones forzadas.
Sin rodeos, la mandataria mexicana respondió:
“No es trabajo forzado. En el caso de México hay un contrato con Cuba y con otros países, porque durante el periodo neoliberal se dejó de formar a médicos. Hay un contrato legal, transparente, abierto, y no vemos ningún problema en eso.”
Sheinbaum subrayó que la cooperación con la isla caribeña es resultado directo de una política de salud pública basada en necesidades reales, particularmente en comunidades rurales y marginadas donde históricamente ha sido difícil cubrir plazas médicas.
Una medida por necesidad, no por ideología
La presidenta explicó que el acuerdo con el gobierno cubano no es nuevo, ya que fue firmado durante la administración de Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de hacer frente a la emergencia sanitaria causada por el COVID-19. La cooperación continuó tras la pandemia para reforzar la cobertura médica en zonas con déficit de personal de salud.
“Es una decisión que se tomó para apoyar a los mexicanos, particularmente a quienes viven en comunidades que históricamente han sido olvidadas. Es una decisión soberana, con base en el interés nacional y las necesidades reales del pueblo”, puntualizó.
En ese sentido, Sheinbaum diferenció claramente la posición de México respecto a otros países que pudieran haber caído en irregularidades:
“Aquí no hay subordinación. Hay coordinación y colaboración, pero no subordinación. México defiende su política exterior y sanitaria, tal como lo establece nuestra Constitución.”
Una política exterior de respeto y soberanía
Claudia Sheinbaum también aprovechó para recordar la postura histórica de México frente a Cuba. Aseguró que, a diferencia de otros países latinoamericanos, México jamás rompió relaciones diplomáticas con La Habana, ni se sumó al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos.
“Nuestra política exterior no se define en función de las decisiones de otros países, sino del interés nacional y el bienestar del pueblo de México. Lo que pedimos es lo que siempre hemos pedido: respeto y trato de iguales”, afirmó con firmeza.
La presidenta incluso reiteró que esta postura no ha cambiado en décadas, y que el respeto a la soberanía de Cuba es parte del legado diplomático mexicano. Enfatizó que, hasta la fecha, no hay ninguna señal oficial de que Estados Unidos busque sancionar al gobierno mexicano por este acuerdo.
Visita diplomática en puerta
Al cierre de su intervención, Sheinbaum informó que el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, visitará México la próxima semana. Aunque no se ha confirmado si el tema de los médicos cubanos estará en la agenda, la mandataria dejó claro que no hay preocupación en su administración por las posibles reacciones de Washington.
“Hasta ahora no hemos recibido ninguna notificación oficial. Si el tema surge, lo abordaremos con la misma claridad: es un acuerdo transparente, en beneficio de los mexicanos, firmado entre dos gobiernos soberanos”, recalcó.
Con este posicionamiento, Claudia Sheinbaum no solo defendió el acuerdo sanitario con Cuba, sino que también reafirmó su línea diplomática de firmeza ante presiones externas. En tiempos de incertidumbre global y tensiones geopolíticas, su mensaje fue claro: la salud del pueblo mexicano no se negocia.
Fuente: Grupo Es Noticia