El dia de ayer, autoridades de los Estados Unidos detuvieron a Ismael Zambada García, cofundador del Cártel de Sinaloa, y a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
De acuerdo con las primeros reportes, ambos capos habrían sido detenidos en un aeropuerto de la ciudad de El Paso, Texas.
Hasta el momento no ha quedado claro cómo ocurrió la detención de “El Mayo” Zamba y de Guzmán López, pues ha trascendido que ambos capos habrían pactado entregarse a agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Debido a esta noticia, en diversos medios se ha replicado la entrevista que le otorgó “El capo de capos de Sinaloa” a Julio Scherer en el que declaró que “si me atrapan o me matan… nada cambia”.
“El Mayo” solicitó la entrevista
En abril de 2010, la revista Proceso publicó una entrevista que le realizó el comunicador al Zambada en donde en un principio se especificó que el narcotraficante le había solicitado la entrevista.
De acuerdo con declaraciones de Julio Scherer, el contacto con Ismael Zambada sucedió por medio de una carta en la que solo se daba a conocer la hora y el día que se tenían que reunir, sin que hubiera más detalles.
“Un día de febrero recibí en Proceso un mensaje que ofrecía datos claros acerca de su veracidad. Anunciaba que Ismael Zambada deseaba conversar conmigo. La nota daba cuenta del sitio, la hora y el día en que una persona me conduciría al refugio del capo. No agregaba una palabra”, relató Scherer.
Julio Scherer habló de su nerviosísmo y cómo abordó diferentes vehículos para encontrarse con el narcotráficante, sin que hubiera pistas de ser un soplón por dar a conocer su ubicación.
Al llegar al lugar, el periodista mencionó que “El Mayo” lo saludó con cortesía, extendiendo su mano mientras le dijo: “tenía mucho interés en conocerlo, lo esperaba para que almorzáramos juntos”.
Exaltando la altura del capo, de más de 1.80 y su figura llena de fortaleza en aquel 2010, la controversial entrevista abarcó temas familiares, resaltando su orgullo por sus hijos y lo difícil que era para él, mantenerse alejado de varios de ellos, como “El Vicentillo”.
“¿Grabamos? Silencio. –Tengo muchas preguntas–, insistí ya debilitado. –Otro día. Tiene mi palabra. Lo observaba. Sobrepasa el 1.80 de estatura y posee un cuerpo como una fortaleza, más allá de una barriga apenas pronunciada. Viste una playera y sus pantalones de mezclilla azul mantienen la línea recta de la ropa bien planchada”, comentó Scherer.
De acuerdo con las declaraciones del periodista, el ambiente de la casa donde se encontraba el capo, todo estaba listo para que saliera corriendo si había la necesidad.
“Tengo pánico de que me encierren”
En la entrevista, Ismael contó que entró al mundo del narcotráfico “nomás” aunque aseguró que este mundo si estaba relacionado con los lujos y eso atraía a la gente:
“Por ahí no sigue el diálogo y me atengo a mis propias ideas: el narcotráfico como un imán irresistible y despiadado que persigue el dinero, el poder, los yates, los aviones, las mujeres propias y ajenas con las residencias y los edificios, las joyas como cuentas de colores para jugar, el impulso brutal que lleve a la cúspide. En la capacidad del narcotráfico existe, ya sin horizonte y aterradora, la capacidad para triturar”, dijo el narcotraficante.
En la conversación, el mismo capo le habló de uno de sus miedos más grandes, pisar la cárcel.
– “¿Teme que lo agarren?”, preguntó Scherer.
– “Tengo pánico de que me encierren”, dijo Zamabda
– “Si lo agarraran, ¿terminaría con su vida?”, preguntó Julio Scherer.
– “No sé si tuviera los arrestos para matarme. Quiero pensar que sí, que me mataría”, respondió.
“Combate contra narcotráfico es una guerra perdida”
Dentro de la entrevista el “Mayo” Zambada también hablo sobre su relación con su compadre “El Chapo Guzmán”.
“El Chapo Guzmán y yo somos amigos, compadres y nos hablamos por teléfono con frecuencia. Pero esa historia no existió. Es una mentira más que me cuelgan. Como la invención de que yo planeaba un atentado contra el presidente de la República. No se me ocurriría” contó.
Zambada García habló sobre el Ejército Mexicano:
“Los soldados rompen puertas y ventanas, penetran en la intimidad de las casas, siembran y esparcen el terror. En la guerra desatada encuentran inmediata respuesta a sus acometidas. El resultado es el número de víctimas que crece incesante”.
Por otro lado, el capo mexicano criticó la estrategia gubernamental contra el narcotráfico, argumentando que es una guerra perdida debido a la corrupción y al arraigo del narcotráfico en la sociedad.
Sostiene que la captura de capos como él o “El Chapo” Guzmán no resuelve el problema, sino que perpetúa un ciclo de violencia y reemplazo.
Negó fortuna, dijo que era trabajo un trabajo relacionado al campo: “Yo me dedico a la agricultura y a la ganadería, pero si puedo hacer un negocio en los Estados Unidos, lo hago”.
La entrevista concluye con una nota personal, cuando Zambada solicita una foto con Scherer García, la cual se ha hecho viral hasta nuestros días.
Fuente: Grupo Es Noticia