¡Qué sorpresa! Todos los ojos estaban puestos sobre los 15 integrantes del grupo parlamentario que dirige el senador priista Alito Moreno Cárdenas, y fue entre las filas de Acción Nacional de Marko Cortés donde la 4T encontró al aliado que necesitaba para la mayoría calificada en el Senado de la República.
No fue otro que el senador veracruzano Miguel Ángel Yunes Márquez, quien -junto a su padre, Yunes Linares, líder del clan- justificó el sentido de su votó a favor de la reforma al Poder Judicial asegurando que en el PAN se respeta el disenso y que quitar a la Presidencia de la República la facultad de nombrar jueces es mejor que votar en contra como el resto de su bancada.
Pero los grupos parlamentarios de Morena, el PT y el Verde Ecologista no sólo obtuvieron el voto 86 de la mayoría calificada, también contaron con la ausencia de un senador de Movimiento Ciudadano. Esto último hubiese bastado para que con los 85 escaños de la 4T se alcanzaran las dos terceras partes de los presentes que exige la Constitución para hacer precisamente cambios constitucionales.
Al recoger las impresiones entre los senadores de oposición, esta redacción encontró un común denominador entre los panistas: un creciente desprecio por Marko Cortés y sus negociaciones -en los hechos, el coordinador del PAN en la Cámara alta, al menos así lo reconocen sus compañeros-, y admiración por lo bien que la libró el emecista Dante Delgado.
Pues según los propios panistas, Movimiento Ciudadano colaboró con el régimen, y sin embargo, no está recibiendo el mismo descrédito que pesa hoy sobre su partido. En las palabras del senador suplente emecista: «tuve que decidir entre atender un asunto profesional o familiar. Afortunada o desafortunadamente me educaron para decidir que PRIMERO ES LA FAMILIA».
Así fue como Daniel Barreda justificó su valiosa ausencia en la sesión de este martes, luego de horas en las que se aseguró en voz de Clemente Castañeda, Alejandra Barrales e incluso la panista Lilly Téllez que fue «detenido ilegalmente» en el mejor de los casos, porque corría fuerte el rumor también de que «fue secuestrado» por el gobierno estatal de Layda Sansores.
Pero no fue así, fue un «asunto familiar», pese a que PAN, PRI y el propio MC habían advertido que en el Senado se jugaba «el destino del país». Ahora el análisis es incluso más tremendista: «se acabó la independencia de México», «primero estaba la patria». No obstante, para el senador emecista no hubo más remedio que dejar colgado al «país», como cualquier «ciudadano de carne y hueso», «con sentimientos y toma de decisiones propias».
Y en el PAN ven con admiración cómo el partido de Dante Delgado se inventó el chiringuito de la detención para no tener que correr a su senador suplente y quedarse sin el escaño. «Colaboró con la 4T pero fue más astuto que Marko», reconoció un panista al tanto de las negociaciones de los Yunes. Pues otra pregunta ronda a los opositores: Barreda es suplente de Eliseo Fernández Montufar, ¿por qué no convocaron al titular para que asumiera el escaño para el que fue elegido como político de oposición, en contra de la 4T?
Agréguese a lo anterior que Dante gestiona en estos momentos el pase de algunos panistas a su bancada, como Ricardo Anaya, descontando que la operación dejó al PAN con un miembro menos de su bancada y con una familia menos en sus filas, pues la expulsión de los Yunes ya fue confirmada para todavía dirigencia de Marko Cortés.
Fuente: Grupo Es Noticia