El presidente municipal de Poza Rica, Fernando “El Pulpo” Remes, se encuentra gravemente delicado de salud, tras ser internado de emergencia el día de ayer en el Hospital Gervasio Aguilar. La noticia ha generado inquietud dentro y fuera del Ayuntamiento, no solo por el estado del alcalde, sino también por el manejo de la administración municipal ante su ausencia.
Según fuentes internas del Ayuntamiento consultadas por este medio, Remes se encuentra en condiciones críticas y escasamente puede atender cualquier asunto de gobierno. Aunque no se han revelado detalles médicos oficiales, la situación ha obligado a que el Palacio Municipal prácticamente se haya convertido en una extensión hospitalaria improvisada, en donde se le da seguimiento médico desde sus oficinas.
Lo que preocupa aún más, según testimonios de empleados municipales y fuentes cercanas a la administración, es que algunos funcionarios allegados al alcalde estarían aprovechando su deteriorado estado de salud para asumir funciones que no les corresponden, tomando decisiones sin justificación legal o administrativa clara. Esta situación abre una nueva etapa de incertidumbre institucional en Poza Rica, que ya venía arrastrando una gestión marcada por la polémica, la falta de resultados y un creciente rechazo ciudadano.
El silencio oficial y las sospechas internas
A pesar de que las versiones sobre su estado comenzaron a circular desde tempranas horas del día anterior, el equipo de comunicación del Ayuntamiento ha mantenido total hermetismo respecto a la situación de salud del alcalde. Solo se ha limitado a confirmar su hospitalización y su “delicado” estado, sin emitir un comunicado oficial ni aclarar si se ha designado a un encargado formal de despacho o suplente temporal, como establece la normativa en estos casos.
Este vacío ha generado malestar e inquietud entre regidores, directores y trabajadores del municipio, que se enfrentan a una gestión acéfala, mientras algunos cercanos a Remes estarían moviéndose con libertad para gestionar recursos, aprobar gastos o dar órdenes que no les corresponden jerárquicamente.
Una administración debilitada y una figura reprobada
Fernando Remes ha sido uno de los alcaldes más cuestionados por la ciudadanía pozarricense en los últimos años. Desde su llegada al cargo, su gestión ha sido señalada por presunta ineficiencia, favoritismos y falta de transparencia. Numerosos sectores sociales, empresariales y ciudadanos han expresado su descontento con la forma en que se ha manejado el gobierno local, e incluso han solicitado en varias ocasiones su renuncia o auditorías específicas.
Hoy, con su salud comprometida y con el aparato institucional funcionando a medias, la administración municipal enfrenta un escenario todavía más complejo: una administración sin liderazgo, sin claridad en la sucesión interna y bajo sospecha de irregularidades.
¿Qué sigue para Poza Rica?
La Ley Orgánica del Municipio Libre establece mecanismos para suplir temporal o definitivamente a un alcalde incapacitado. Sin embargo, hasta el momento, no se ha dado a conocer si se ha activado algún protocolo formal. Mientras tanto, el municipio continúa operando en la sombra, sin un rostro visible que rinda cuentas o asuma la responsabilidad plena de la administración.
La salud de Fernando Remes, más allá del aspecto personal —por el que se le desea una pronta recuperación—, pone en evidencia una vez más la fragilidad institucional que vive el municipio y la necesidad urgente de mayor transparencia en el manejo del poder local.
Seguiremos informando conforme se actualice esta situación crítica. Por ahora, el destino político de Poza Rica permanece en suspenso, entre el hospital y los pasillos del Ayuntamiento.
Fuente: Grupo Es Noticia Veracruz