Irma Santander / CDP NOTICIAS
Cuando salió con una pequeña mochila de su natal Maracaibo, Venezuela hace más de seis meses, Axel Enrique Barrios Castillo tenía claro el objetivo: llegar a Estados Unidos como miles de migrantes; hoy su perspectiva cambió, el destino lo dispuso en Coatzacoalcos.
Dicharachero por naturaleza, a sus 33 años, Axel tiene claro que es en Coatzacoalcos donde radicará por el tiempo que sea necesario, incluso ya piensa instalar su propio negocio y más adelante traer a su familia.
Es garrotero en un restaurante de playa, en el que trabaja desde que llegó.
“Yo no me quiero ir, me siento como en mi tierra, porque la gente son buenas personas; me decían México
es peor, y no, me encanta Coatzacoalcos me fascina, aquí es donde voy a vivir”, dijo sin titubeos.
A Venezuela no piensa regresar a vivir, al menos que el régimen de Gobierno cambie, él lo ve difícil; y a Estados Unidos, si irá pero ahora de turista a disfrutar de aquel país norteamericano, en unos años más.
EN COATZACOALCOS ENCONTRÓ LA ESTABILIDAD
Llegó el pasado mes de abril a Coatzacoalcos, luego de caminar, abordar lanchas, tren y autobuses que lo llevaron a recorrer miles de kilómetros en seis países hasta llegar a El Ceibo en Tabasco, cruce fronterizo con Guatemala.
“Era ir a Estados Unidos el popular sueño americano, pero también venía con la mente de conseguir una buena estabilidad en cualquier país donde probara un trabajo me quedaba, y fue lo que pasó en México, en Coatza, ya no me quiero ir de aquí si aquí tengo todo, una estabilidad”, comentó.
En el poco tiempo de estar en esta ciudad, trabajando en un restaurante de playa, aseguró que económicamente le va bien, ha ahorrado y envía dinero a su familia de Caracas, compra ropa, comida.
En el restaurante además limpiar y montar las mesas para el próximo servicio, atiende a los clientes con amabilidad, ayuda a pelar las verduras y todo lo que esté a su alcance.
EL DARIÉN
En tres meses antes de llegar a Coatzacoalcos, recorrió Colombia, el Darién en Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Guatemala.
Lo más difícil fue atravesar la selva del Darién entre Colombia y Panamá, considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. No cualquiera logra librarla.
“Para la mayoría es difícil, ves los muertos, es un infierno, es una selva no hay civilización; los delincuentes llegar a robar porque saben que el migrante va con dinero, violan a las mujeres; eso es oscuridad de noche y soledad de día, tienes que tener muchas ganas de vivir para sobrevivir en el Darién”, contó.
En este camino selvático, vio de todo, desde madres jóvenes con sus recién nacidos cargados a la espalda, hasta personas de 80 años de edad.
“Niños recién nacidos, mis respetos para esa gente; es demasiado triste, vi hijos dejando a las madres en pleno camino por el desespero en llegar, ahí conocí la inhumanidad del humano, cada quien ve por su vida son muy pocos los que velan por los que tienen a lado”, refirió.
BUSCA SU ESTADÍA Y NACIONALIDAD MEXICANA
El venezolano ha decidido obtener la nacionalidad mexicana, sabe que es complicado pero no imposible.
Por lo pronto busca tramitar la visa humanitaria en el Instituto Nacional de Migración (INM) que le permita la estancia regular en México , así como la condición de refugiado.
“Por el negocio que quiero montar debo tener los papeles bien”, apuntó.
DESCONTROL EN VENEZUELA
A dos días de las elecciones en Venezuela, donde se decidirá si Nicolás Maduro seguirá al frente del país; para Axel difícilmente cambiará el régimen autoritario en su país.
Triste, recordó la vida en Caracas, lo que viven día a día los venezolanos.
“Hay un descontrol económico en los precios, en los puestos de comida, en las tiendas, en los centros comerciales, uno trabaja y es el mismo sueldo, no aumenta, vas a la tienda a comprar tu comida y es un precio, vas la otra semana y vale dos tres veces más, no alcanza, tienes que buscar para hacer otras cosas y dejar de hacer lo que uno siempre ha hecho para conseguir medio dinero”, expresó.
Dijo que el venezolano es conocido por su optimismo y no es suficiente para vivir de manera digna.
“La mentalidad del venezolano se dañó desde que empezó la crisis, empezaron a migrar; el venezolano se volvió envidioso no le importa la vida del prójimo porq el régimen”, lamentó.
Por lo pronto Axel desistió de su sueño norteamericano, ve en Coatzacoalcos un futuro prometedor para él y su familia.
Fuente: Grupo Es Noticia Veracruz