El pequeño Maxi completó su último tratamiento de quimioterapia a principios de 2024 y ahora está en un período de vigilancia médica.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció el esfuerzo y valor de Maxi, un paciente pediátrico oncológico de Chiapas, tras superar la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA). Maxi tocó la emblemática “campana de la vida” después de recibir atención integral durante tres años por parte del personal del Centro de Referencia Estatal para la Atención del Niño y de la Niña con Cáncer (OncoCREAN) en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 Nueva Frontera en Tapachula.
Desde abril de 2021, cuando Maxi tenía solo seis años, hasta febrero de 2024, ha mostrado una determinación inquebrantable y un gran compromiso con su tratamiento. Junto con el apoyo de su familia, esto ha permitido que su recuperación sea óptima y que ahora comience el periodo de vigilancia médica.
La doctora Ana Berenice Aguilar Román, oncóloga pediatra adscrita al OncoCREAN del Seguro Social en Chiapas, indicó que Maxi fue diagnosticado con LLA a los seis años de edad, una de las neoplasias más comunes en la edad pediátrica. Como resultado, comenzó su tratamiento de quimioterapia en abril de 2021.
La subespecialista del IMSS explicó que, durante estos tres años, el menor experimentó múltiples hospitalizaciones y recibió sesiones de quimioterapia tanto intrahospitalarias como ambulatorias. Además, enfrentó diversas complicaciones propias de la enfermedad, del tratamiento y de su edad, por lo que recibió atención especializada por parte del personal médico y de enfermería.
Destacó que, gracias a los estudios de detección en el primer y segundo nivel de atención, se logró diagnosticar a tiempo el padecimiento de Maxi, lo cual permitió que el tratamiento tuviera mayores probabilidades de éxito.
La señora Marbella, madre de Maxi, mencionó que durante el tratamiento su hijo recibió un total de 123 quimioterapias, 86 transfusiones de sangre, 35 aplicaciones de compuestos plaquetarios y cinco aplicaciones de unidad de aféresis.
Después de tres años en los que su hijo demostró paciencia para mejorar su salud, agradeció al personal del Seguro Social por su apoyo y señaló que durante el tratamiento aprendieron a ver a las médicas, médicos, enfermeras, enfermeros, camilleros, así como a otros pacientes y sus familiares, como una gran “familia oncológica”.
Finalmente, la señora Marbella aconsejó a los pacientes pediátricos oncológicos que reciben atención en los OncoCREAN del IMSS que nunca dejen de soñar, porque “los sueños son más grandes que el cáncer”.
Fuente: Grupo Es Noticia