- Fue realizado por Ariel García Martínez, docente en los Talleres Libres de Arte de la UV en Naolinco
- Lo presentó en el marco del VII Foro Estudiantil de Etnomusicología, organizado por la Facultad de Música
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: Luis Fernando Fernández
27/05/2023, Xalapa, Ver.- Ariel García Martínez, docente de los Talleres Libres de Arte de la Universidad Veracruzana (UV) en Naolinco, dio a conocer que la migración, expansión de la red educativa y uso de nuevas tecnologías han facilitado la apropiación de elementos externos y de géneros musicales como el rock y el rap cantados en lengua materna por la juventud tutunakú, asociada a la cultura totonaca.
Como parte de su participación en la Mesa 3 “Etnos y archivos” del VII Foro Estudiantil de Etnomusicología, organizado por la Facultad de Música de esta casa de estudios, García Martínez dictó la plática “Del etno-rock al etno-rap: apropiaciones narrativas musicales entre las juventudes originarias y tutunakú”.
En las instalaciones del Foro-Librería Cauz, el Maestro en Antropología por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), comentó que este tema deriva de un estudio iniciado en 1999 en la región totonaca, que abarca los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo.
Dicha investigación aborda los procesos de surgimiento de la juventud y de la apropiación de estilos musicales, específicamente del rock y del rap, entre esta comunidad originaria.
Además, pretende ahondar en el fenómeno de la apropiación musical por parte de los pueblos originarios tutunakú como una expresión cultural reciente.
Dicho fenómeno tiene como característica el formar parte de un proceso de construcción de elementos identitarios relacionados a la música creada en las sociedades occidentales, pero apropiada y transformada como elemento de afirmación y resistencia entre las juventudes originarias.
Una de las premisas es que los pueblos originarios vivían encerrados y atrapados en un momento de la historia de la que no se podían escapar, de lo contrario dejarían de ser indígenas.
En el evento que se realiza del 22 al 31 de mayo, Ariel García subrayó que anteriormente no se pensaba que hubiera una juventud originaria, pues en las antiguas sociedades tutunakú esa idea no existía.
De la niñez se pasaba a la adultez a través del matrimonio concertado por las familias, característica que ha cambiado.
No obstante, los cambios originados a mediados del siglo XX en el ámbito económico y tecnológico impactaron al Totonacapan de Veracruz y de la sierra norte de Puebla, con la generación de nuevos núcleos urbanos.
En este contexto histórico, se observa que en las últimas cinco décadas se da un proceso de transformación ligado al mejoramiento de las vías de comunicación, desarrollo de la industria, comercio, expansión de la red educativa, y el uso de nuevas tecnologías de la comunicación y la información.
Estos cambios también facilitaron la migración y con ello la aparición de conductas desconocidas para la cultura indígena como: el noviazgo, la soltería por elección, el pandillerismo y otras más.
Planteó que, a diferencia de las generaciones actuales, los jóvenes de mediados del siglo pasado no se vieron obligados a migrar, estudiar o tener empleos ajenos al mundo agrario. Tampoco tuvieron que habitar en ciudades y países extraños.
“Cuando los jóvenes retornan se produce una tensión en la comunidad de origen, me refiero a la lucha por el reconocimiento del estatus de joven, dado que esta categoría no existía en la sociedad tutunakú.”
Entonces, es necesario hablar sobre la aparición de las juventudes originarias como un antecedente de las culturas rockeras y raperas, entendidas como parte de un proceso identitario que derivó del reconocimiento al interior de la comunidad tutunakú.
Ariel García indicó que la migración de los jóvenes a consecuencia de la caída de los productos que sembraban, y de las crisis económicas del país, generó un impacto en las comunidades.
Por un lado, se puede decir que positivo, porque pudieron subsistir gracias a las remesas enviadas, pero, por otra parte, tuvieron que aceptar a las personas que regresaban con tatuajes, piercing y con apropiaciones musicales de los géneros rock y rap.
“Eso sí generaba un conflicto hasta fechas más o menos recientes, que ya fueron aceptados.”
Para el ponente, la creación, consumo musical y estilístico, ubica a las juventudes tutunakú como un tipo especial de personas situadas en el umbral de la asimilación y resistencia, teniendo como escenario de fondo el diálogo y la contradicción entre las sociedades originarias de América y las producciones culturales de Occidente.
Ariel García compartió con el público asistente dos videos sobre uno de estos grupos llamado El Eco Expresivo de la B6, originario de Amixtlán, Puebla, quien interpreta en totonaco el tema hip hop No te avergüences.
Categorías: Cultura, Eventos, Inclusión, Principales