Por ética y para evitar conflicto de intereses, Esteban Moctezuma Barragán debió dejar fuera del contrato de la SEP, dependencia donde él es el máximo titular, a la empresa donde trabajó durante muchos años.
El más afectado será el titular de la Secretaría de Educación Pública, pues pierde credibilidad y respeto, sobre todo porque se encuentra en la dependencia que debe ser al máximo sinónimo de ética y valores morales para todos los mexicanos.
El secretario de estado debe limpiar y aclarar rápidamente esta situación para calmar el escándalo, o de lo contrario lo deberá hacer directamente el presidente López Obrador cuando lo presionen en sus mañaneras para que fije su postura ante el aparente “conflicto de intereses”.
El mencionado funcionario hasta ahora había mantenido aparentemente una imagen intachable ante el sector educativo. Los mexicanos ya no quieren “cosas buenas que parezcan malas” y obviamente mucho menos beneficios para amigos o conocidos, aprovechando los cargos públicos.
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