El 18 de marzo de 1938, el presidente de México Lázaro Cárdenas del Río firmó un decreto mediante el cual se expropió la industria petrolera del país. A partir de este decreto se creó la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que se convirtió en la única entidad encargada de la exploración, extracción, producción, refinación y comercialización del petróleo en México.
La expropiación petrolera fue un acto histórico que tuvo un gran impacto en la economía y la política de México. En ese momento, la mayoría de las compañías petroleras que operaban en México eran extranjeras, y el país dependía en gran medida de los ingresos provenientes de la exportación de petróleo.
El gobierno de Cárdenas argumentó que la expropiación era necesaria para garantizar la soberanía del país sobre sus recursos naturales y para redistribuir la riqueza generada por la industria petrolera entre la población mexicana.
¿Qué ocurrió el 18 de marzo de 1938?
El 18 de marzo de 1938 a las 10 de la noche por radio nacional, el general Cárdenas leyó el decreto de expropiación con el cual se hacía válido el artículo 27 constitucional.
Con esta expropiación el estado mexicano obtuvo el total dominio de los bienes petroleros dentro del territorio nacional, al tiempo que las concesiones de las compañías expropiadas desde ese momento quedaron sin efecto
Por otra parte, el decreto del presidente Cárdenas del Río, reforzó la acción contundente en torno a la propiedad de la nación sobre los productos del subsuelo que se había legislado en el marco del nacionalismo revolucionario.
Ya para el siguiente día, el 19 de marzo, los trabajadores petroleros tomaron el control, de las instalaciones de las compañías expropiadas, al tiempo que el gobierno expidió otro decreto que determinó la conformación del Consejo Administrativo del Petróleo, con la intención de coordinar la administración temporal de los bienes y las actividades de los consejos establecidos con las secciones sindicales.
5 consecuencias del 18 de marzo
Después de la expropiación petrolera en México, que tuvo lugar el 18 de marzo de 1938, se produjeron una serie de cambios importantes en la industria petrolera del país y en la política nacional en general.
Después de la expropiación, se creó Petróleos Mexicanos (Pemex), una empresa pública encargada de la exploración, producción, refinación y distribución de petróleo y gas en México. La empresa se convirtió en una fuente importante de ingresos para el gobierno mexicano y se convirtió en una parte vital de la economía del país.
La expropiación petrolera tuvo una serie de consecuencias importantes, tanto positivas como negativas. Algunas de ellas son:
- Nacionalización del petróleo: La expropiación dio lugar a la creación de Pemex, una empresa pública encargada de la exploración, producción, refinación y distribución de petróleo y gas en México. Esto permitió al país tener un mayor control sobre sus recursos naturales y aseguró que los beneficios del petróleo fueran para los mexicanos.
- Deterioro de las relaciones internacionales: La expropiación provocó una fuerte reacción de los Estados Unidos y otros países, que vieron la acción como una violación de los derechos de propiedad y una amenaza a la inversión extranjera en México. Como resultado, las relaciones internacionales de México se deterioraron, lo que tuvo un impacto negativo en la economía del país.
- Mayores ingresos: La creación de Pemex permitió al gobierno mexicano tener un mayor control sobre el sector petrolero y aseguró que los ingresos generados por el petróleo fueran para el beneficio del país.
- Deuda. Debido al pago de la indemnización a las empresas extranjeras.
- Nacionalismo y orgullo nacional: La expropiación petrolera fue vista por muchos mexicanos como un acto de valentía y una afirmación de la soberanía nacional. La nacionalización del petróleo se convirtió en un símbolo de orgullo nacional y una fuente de inspiración para el movimiento obrero y la lucha por los derechos de los trabajadores.
¿Qué significa expropiar una empresa?
Expropiar una industria significa que el Estado toma el control y la propiedad de una empresa o industria privada, sin el consentimiento del propietario o de la empresa, y sin su compensación total o parcial, en beneficio del interés público. Esto se hace con el objetivo de garantizar la distribución equitativa de los recursos y la justicia social, entre otros objetivos.
Es importante destacar que la expropiación debe ser un recurso de último recurso y que, en general, los gobiernos suelen buscar otras alternativas antes de llegar a esta medida. Además, es importante que la compensación otorgada al propietario o a la empresa sea justa y adecuada según las leyes y regulaciones del país en cuestión.
Fuente: Agencias